Según la tradición, Villagra, vencedor, la habría llevado consigo y la mujer habría muerto de pena al poco tiempo. Respecto de Fresia la situación es parecida, y tal vez sólo sea otro personaje de Ercilla. Ella aparece en La Araucana en el momento de la captura de Caupolicán, su pareja, a quien al ver derrotado habría arrojado su hijo diciendo; ?Toma, toma a tu hijo, que era el nudo/ con que el lícito amor me había ligado;/ que el sensible dolor y golpe agudo/ estos fértiles pechos han secado:/ críale tú, que ese membrudo cuerpo en sexo de hembra se ha trocado;/ que yo no quiero título de madre del hijo infame del infame padre?. Ningún cronista, al referir la captura de Caupolicán, relata estos hechos, lo que reafirma la sospecha de que su existencia sólo se deba a la pluma de Ercilla. A pesar de que la existencia de Fresia y Guacolda pueda ser discutida, ellas han llegado a formar parte de los elementos que constituyen la identidad nacional. En la sociedad mapuche, la mujer cumplía un rol económico de importancia, al desarrollar en mayor parte las tareas del agro; incluso, antes de formalizarse alguna unión matrimonial, el novio debía recompensar a su futuro suegro con algunos animales. Su vida transcurría entre la crianza de los hijos y las labores económicas; formaba parte de un grupo de varias esposas, que vivían en la misma ruca o vivienda mapuche, junto a sus hijos.
Resumen: 100 Mujeres "Iconos del Feminismo" - Seleccionada por la comisión organizadora e inpiradas por estas luchadoras mujeres que aun trabajan abriendo el camino a la reivindicación nuestros derechos humanos: XXI CANTO A LA VIDA, MARCHANDO ENLAZADAS HACIA LA CUMBRE DE LOS PUEBLOS.
lunes, 3 de marzo de 2008
Guacolda
Según la tradición, Villagra, vencedor, la habría llevado consigo y la mujer habría muerto de pena al poco tiempo. Respecto de Fresia la situación es parecida, y tal vez sólo sea otro personaje de Ercilla. Ella aparece en La Araucana en el momento de la captura de Caupolicán, su pareja, a quien al ver derrotado habría arrojado su hijo diciendo; ?Toma, toma a tu hijo, que era el nudo/ con que el lícito amor me había ligado;/ que el sensible dolor y golpe agudo/ estos fértiles pechos han secado:/ críale tú, que ese membrudo cuerpo en sexo de hembra se ha trocado;/ que yo no quiero título de madre del hijo infame del infame padre?. Ningún cronista, al referir la captura de Caupolicán, relata estos hechos, lo que reafirma la sospecha de que su existencia sólo se deba a la pluma de Ercilla. A pesar de que la existencia de Fresia y Guacolda pueda ser discutida, ellas han llegado a formar parte de los elementos que constituyen la identidad nacional. En la sociedad mapuche, la mujer cumplía un rol económico de importancia, al desarrollar en mayor parte las tareas del agro; incluso, antes de formalizarse alguna unión matrimonial, el novio debía recompensar a su futuro suegro con algunos animales. Su vida transcurría entre la crianza de los hijos y las labores económicas; formaba parte de un grupo de varias esposas, que vivían en la misma ruca o vivienda mapuche, junto a sus hijos.
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